
Un sábado, Rebecca y Christopher estaban listos para hacer la venta de limbers en un juego de pelota que acostumbraban visitar, hasta que se percataron de que no estaban hechos y perdieron la venta. La frustración de este momento llevó a Rebeca a llenar la solicitud para “Entrepreneur Challenge” 2019. Este paso de desespero lo hizo con la esperanza de educarse y lograr maximizar y transformar el negocio que un día heredó de su papá, quien había sido diagnosticado con una enfermedad complicada.
Al llegar al programa, se dieron cuenta de que su idea era buena, pero tenían la oportunidad de hacerla crecer aún más.
“Nos dieron las herramientas para darnos cuenta que tenemos la capacidad para desarrollar nuestro negocio”, expresó Pérez, quien dejó su trabajo para enfocarse en su participación en el programa.
“El programa nos dio todas las bases y herramientas para poder montar nuestro negocio”, añadió Pabón sobre la experiencia de asesorías con INprende.
Su negocio se basa en la venta de limbers artesanales en un envase innovador «Push-pop». Los jóvenes están próximos a abrir un establecimiento en el pueblo de Arecibo en donde brindarán una experiencia única e innovadora a sus consumidores.
Como ganadores de la primera generación de Entrepreneur Challenge, les aconseja a los próximos concursantes a que se atrevan, tomen consejos y que siempre proyecten sus deseos de emprender de manera humilde, pero con firmeza.
“Aunque seamos jóvenes, nosotros podemos. Somos el futuro de Puerto Rico y nuestras ideas son valiosas”, expresó Rebeca.